Grupo de Observadores Astronómicos de Tenerife

miércoles, 20 de abril de 2011

Divertimentos Celestiales 5

Y andaba por allí el salido de Zeus que no dejaba doncella sin mancillar ni efebo sin catar.
Calixto, la hermosa reina de Arcadia y madre del cazador Arkas, fue objeto de las miradas del todopoderoso, y prendose de ella, y no disimuló lo suficiente pues Hera, que no daba abasto para estos menesteres, decidió que no había llegado el momento de que le naciesen protuberancias en las sienes. Así es que, ni corta ni perezosa se dijo, “Chica, yo lo valgo y esa mortal no” y en osa la convirtió.
Y, como en toda tragedia, andaba su hijo de cacería y si no la mató fue porque Zeus se la llevó al cielo. Y mucho debía quererla, pues la puso en lugar preferente.
Arkas murió de dolor (¡eso era un hijo de los de antes de la guerra!) y también fue llevado al cielo junto con su perro. Ahora los podemos ver formando las constelaciones del Labrador y la Osa menor.
A la Polar se la conocía como Cinosura (la cola del perro) y Arturo significa “el ojo del guardián”, ya que está vigilando a su madre, vaya a ser que a Hera le de por rematar la faena.
Y luego hay otros pueblos que, en su confusión, no sabían por dónde se andaban, porque ¡mira que el despiste de los egipcios diciendo que es el dios Seth!, ¡pues anda que los chinos (no sé si ya entonces se dedicaban a fabricar esos artefactos en forma de tubo por los que más de uno mira y no ve más que cosas sin sentido, todas llenas de aberraciones) decir que era un carro agrícola con su barra (Alioth, Mizar y Alkaid) a guisa de calendario marcando la primavera cuando apunta a oriente, el verano al sur..., etc (eso decían o algo así, que, a lo peor era al revés. Con un engañabobos informático tipo Cartes du Ciel de esos que usa la gente se puede ver cómo era).
Ya seguimos, que la Osa va a invernar, aunque resucitará.